" El verano de la infancia
no huele sólo a hierba"
INGER EDELFELDT
Llegaste a mi barrio con una manera ruda
de llevar el
cigarrillo en la boca
y el gesto obligado
de la cabeza inclinada
para encenderlo
cuando el sol
se encontró con tu pelo en mi vereda.
Que alegre coincidencia que
aquellos reflejos provocaran la atención de los pájaros
Otra casualidad fue tu camisa clara
y mi vestido azul cielo
que justo empezaba a quedarme
corto
a los once años cuando todavía
el sol era suave
y fresco en enero